La despedida

La noche había caído y ninguno de los hermanos se había reencontrado nuevamente, Thor tenía temor de acercarse a la habitación de Loki, sintiendo que con él podía perder el control en cualquier momento, en la habitación del príncipe de cabellos dorados, este caminaba de un lado a otro haciendo escándalo y vociferando para sí lleno de estrés y frustración. En el palacio todos los preparativos para la celebración estaban listos, el gran comedor estaba lleno con candelabros hermosos colgando del techo y una enorme mesa de cristal que medía dos metros llena de manjares tanto dulces como salados, los barriles de las bebidas más cuidadas y añejadas habían sido abiertos en aquella noche y justo en el centro de la mesa estaba sentado Odín con su mujer a mano derecha y Thor a mano izquierda, el asiento de Loki estaba reservado como el primero en la mesa donde comenzaba, pero este se encontraba vacío, los primeros asientos estaban ocupados por los amigos de los príncipes, Fandral, Sif, Volstagg y Hogun.

-¿Dónde se encuentra Loki, Thor? –Dice Frigga con un tono sutil mirándole de reojo.

-El dijo que no iba a asistir Madre, traté de convencerle, pero...

-Entiendo, es una pena, tal parece que... Desde aquél día ustedes se han vuelto completos extraños... -Le mira con tristeza mientras acariciaba su mejilla con ternura.

-Tráiganlo aquí –Exclama la voz poderosa de Odín haciéndose presente entre todo el ruido de los Asgardianos que comían y vociferaban de batallas perdidas y ganadas en la mesa como todo buen bárbaro.

-Padre... Debemos respetar los deseos de Loki... -Dice Thor con una voz desafiante ante su padre pues normalmente cuando se trataban temas de él este no negaba en ponerse a la defensiva inmediatamente y tomar una actitud accesible y comprensiva hacia Loki.

-Si me permiten interrumpir, mis Señores –Habla la voz de Fandral siempre con cortesía y educación en medio de ambos testarudos cabezotas como salvador- Yo me ofrezco a ir a buscarlo, me aseguraré de traerlo aquí –Dice mostrando una sonrisa.

-¿Fandral? ¿Desde cuando eres el mejor amigo de Loki? –Dice Sif molesta cruzándose de brazos y mirándole con suma extrañeza.

-Yo diría que no es su mejor amigo, pero ambos comparten esa delicadeza de una mujer –Dice Hogun en una risotada partiéndose de risa al lado de Volstagg quién con tal de hacer más grande la broma y mantener el ambiente ríe al unísono.

-¡¿Hah?! ¿Por qué nos comparan con esos dos? –Grita hablando por todas las mujeres del mundo. 

Fandral no se molestaba por los comentarios de sus amigos, ni mucho menos por aquella pequeña disputa que al fin y al cabo solo cumplía con el fin de divertir, este dirige una mirada a Thor como pidiendo su permiso y este asiente mientras veía el espectáculo que era Sif vs Volstagg y Hogun. Sin perder más tiempo el joven maestro de la espada camina fuera del gran comedor, caminando por los pasillos tan largos que había en el palacio pasando la habitación de Loki, pues él sabía que cuando Loki no quería estar verdaderamente solo iba a su "lugar especial" el joven rubio se encontraba algo fatigado pues aunque tenía sentimientos distintos por Loki y más fuertes de lo que él podía llegar a pensar este conocía su lugar, agobiándose y pensando en mil y un cosas, da con la pequeña figura de un niño de cabellos negros que sostenía una lanza frente de sí mismo, comienza a agitarla de un lado a otro atestando golpes a enemigos imaginarios puliendo así su propio manejo de las armas.

-Aquí estaba, mi príncipe –Resuena la voz de Fandral justo atrás de Loki, a propósito, en aquel gran salón sin techo elaborado para entrenamientos y prácticas de la nobleza.

-¡WAH! –Grita el pequeño espantándose al escuchar la voz de Fandral soltando su lanza dejándola caer en el suelo- ¡Fandral! ¡Ya sabes que no me gusta que hagas eso! –Dice volteándose rudamente a verle- Tch... ¿Qué haces aquí? –Dice malhumorado levantando su lanza nuevamente del suelo.

-¿Eh?... Que rudo... -Dice con una sonrisita en su rostro- ¿A qué se debe tu ausencia en la gran fiesta de despedida?

-¿Fiesta de despedida? ¿Despedida de quién? –Arquea una ceja confundido mirando a Fandral.

-No has respondido a mi pregunta –Dice Fandral dándole la espalda mirando las armas de entrenamiento que ahí había, tomando entre sus manos una lanza larga de plata con una punta de daga.

El pequeño Loki frunce nuevamente el ceño mirándole con verdadera molestia pues este tenía razón y aunque le inquietaba la respuesta de Fandral este se limita a responderle de la forma más sincera posible.

-No me gustan las personas. ( ._ .)

-Esa... ¿Es toda la razón?... ( . _ .)

- ¡Hey! Ya respondí tu pregunta, debes responder la mía ahora –Dice apuntándole con su lanza.

-Bien, bien, responderé, es la despedida de Thor, tu hermano –Mira hacia el cielo nocturno cubierto de inmensas estrellas y otras más pequeñas- Irá a la tierra a aprender sobre los humanos... Una de las especies más humildes de toda la Galaxia... Esto claro... Ha sido decisión de tu Padre... Odín, el Señor de Todo.

-¿D-Despedida... De Thor?... ¡¿Porqué... Por qué él no me lo dijo?! –Vocifera el pequeño con un rostro completamente enfurecido estrellando la lanza contra el suelo caminando a grandes pasos firmes y furiosos hacia la salida- ¿¡Porqué no fue a decírmelo por su propia cuenta!?

-¡Loki! –suelta su lanza y corre tras él tomándolo de los hombros y volteándolo con facilidad- ¡Tranquilízate! No puedes entrar ahí con una actitud como esta, hay mandatarios importantes con tus padres y amigos de Thor, si entras ahí armando una escena lo único que vas a conseguir es echar a perder todo...

-¿Cómo siempre, Fandral? –Le pregunta muy cínico esbozando una sonrisa torcida en su rostro- Cómo siempre yo y solo yo... He de arruinar las cosas... ¡Entonces bien!

Siempre quieren que te contengas... Que no dejes fluir tu verdadero potencial... ¿Porqué solo tú? ¿Porqué solo nosotros? ¿Somos una amenaza? ¿Merecemos esto? No... Claro que no... Aquí en Asgard no hay espacio para dos Reyes. Una voz resonaba únicamente en la cabeza de Loki haciendo que este viese a Fandral fijamente mientras le hablaba, pero sus palabras salían sin voz, pues la otra voz, algo parecida a la suya, resonaba con mayor fuerza en cada oración, sintiendo que se podía consumir en mero coraje y molestia en esos momentos.

-¿De qué hablas Loki? Tú no has arruinado nada... -lo aprieta un poco más fuerte- ¿Porqué sigues pensando que solo esto es culpa tuya?

El se va... ¿Y por qué?... ¿Porqué es él quien se va y no yo? Vocifera el pequeño príncipe mirando a los ojos color miel de Fandral quien continua a sujetándole con fuerza. ¡Estoy arto de todo esto! ¡Estoy arto de ser siempre la peste! ¡Estoy cansado de sufrir! ¡Estoy cansado de contenerme!... El silencio ahora inundaba la sala pues Fandral se encontraba igual de petrificado que Loki, era como si la calidez que este siempre irradiaba ahora se extinguiera, como una pequeña llama que se extinguía a la más ligera brisa. Suéltame. Espetó Loki con un tono bastante distinto, un tono que no admitía reproche alguno, Fandral, confundido y aturdido suelta los brazos del joven pelinegro mientras se encuentra con sus ojos azules. ¿Loki? Pregunta este inútilmente pues en los ojos del pelinegro no había ningún brillo, los ojos de Loki, de "su Loki" se habían perdido para siempre.

"Dirígete hacia mí apropiadamente, soy tu príncipe, tu superior"